El pasado 18 de Junio se celebró el Día Internacional de Gastronomía Sustentable y a modo conmemorativo se organizó la conferencia “Hacer que los alimentos sean compatibles con los objetivos del Acuerdo de París” durante la reunión climática en Bonn, Alemania. Dentro de los conferencistas, se encontraba el Dr. Brent Loken, Director de Traducción de Ciencia en EAT, quien durante su participación en el evento comentó que “la manera en que comemos está afectando el planeta”. ¿Qué dicen los estudios? ¿Qué tan grande es nuestro impacto? Veamos.
¿QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS?
Ciertamente, estudios revelan que un porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero dependen de nuestra selección alimentaria. Tal es el caso de la investigación de Joseph Poore, de la Universidad de Oxford en Inglaterra, y Thomas Nemecek, del Instituto Agroscope en Suiza. En su estudio, de todos los productos analizados, los que resultaron producir un mayor número de efectos negativos en el medio ambiente fueron la carne vacuna y ovina.
CALCULANDO EL IMPACTO AMBIENTAL DE NUESTRAS DIETAS
En base a la investigación de Poore y Nemecek, la BBC confeccionó una calculadora para medir cómo nuestras dietas impactan en el medio ambiente.
Siguiendo los pasos, podemos observar que una persona comiendo carne una vez al día a lo largo de un año equivale a 2.820 kg a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. Este total es igual a conducir un auto a gasolina por 11.581 kilómetros o lo mismo que tomar tres vuelos de ida y vuelta de Londres a New York.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DISMINUIR NUESTRO IMPACTO?
Si disminuimos el consumo de carne a una o dos veces por semana al año, estaremos generando 604 kg adicionales a nuestras emisiones anuales de gases de efecto invernadero, lo equivalente a conducir un auto a gasolina por 2.482 kilómetros o tomar un vuelo de ida de Londres a New York.
Sin embargo, no todo los alimentos producen el mismo impacto. Al contrario que la carne, los granos – proteínas naturales, no procesadas – se encuentran entre los menores emisores de gases invernaderos. Si comemos frijoles una vez al día por un año, generaríamos un adicional de emisiones anuales de 36 kg, lo que es igual a conducir un auto a gasolina por 150 kilómetros.
En resumen, ¿cuál sería una dieta balanceada en emisiones? Según lo comentado por el Dr. Bren Loken durante la conferencia en Bonn, nuestro balance alimenticio debería ser principalmente vegetales, frutas, proteínas naturales y granos no procesados, ya que beneficia nuestra salud y también al ambiente.
Hacia el final de su presentación, el Dr. Loken concluyó que “La comida es parte de la solución pero no la única” Si bien la agricultura animal es responsable de hasta un 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, dejar de consumir carne por sí solo no solucionará la crisis climática. Debemos pensar de manera global, teniendo en cuenta a cada uno de los sectores que contribuyen a esta crisis, comenzando por la industria de combustibles fósiles, con un total del 62 por ciento de las emisiones globales. No solo la industria fósil contamina, sino que está acusada y siendo juzgada por violaciones a los derechos humanos. Para solucionar la crisis climática hay que trabajar en conjunto, desde diferentes campos, y en solidaridad con otras luchas sociales.