¿Cómo estás?
Hoy es Viernes, pero lamentablemente en muchos lados no podemos descansar. La injusticia estructural que muchos Gobiernos han decidido pasar por alto está estallando y no vamos a callarnos más.
A todxs nuestrxs compas en Chile y Ecuador les enviamos un gran abrazo y constancia. A nuestrxs compas en Bolivia también les enviamos abrazos y el deseo de pronta claridad ante tan poca transparencia institucional. Y a lxs compas en Colombia, abrazos y muchísimas fuerzas.
Decidí hacer de esta edición del newsletter un llamado a la reflexión colectiva sobre nuestra situación actual como región y de cara al futuro.
Como decía Salvador Allende, la historia es nuestra y la hacen los pueblos.
OPRIMIDXS NUNCA MÁS,
UNIDXS JAMÁS SEREMOS VENCIDXS
Créditos: la.amarillista
Mientras escribo estas palabras, del otro lado de la Cordillera se está llevando a cabo la mayor movilización jamás vista.
Desde el Miércoles pasado estuve allí, en Chile. Me convocó allí el Ayni Climático, el primer campamento de justicia climática en nuestra región. Pensamos, debatimos, reímos y, sobre todo, aprendimos un montón junto con compas de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay y Perú. Ya escribiré mas al respecto en próximas ediciones. Sin embargo, me gustaría recuperar el evento porque el cierre fue uno apurado, el Sábado por la noche, con el territorio del actual Chile en llamas.
El Domingo pudimos salir para Santiago y lo que vimos me recuerda mucho al 2001 en Argentina. Carabineros en todos lados, armados hasta los dientes, militares en las calles, tanques, camiones hidrantes, todo cerrado. El aparato represivo del Estado en plenas funciones y con impunidad absoluta. Pero por sobre todas las cosas tensión y solidaridad. La primera se respira y puede cortarse con una tijera. La segunda es de lxs compas chilenxs con cada unx, que hicieron oídos sordos a los intentos de división del Gobierno con su declaración de guerra interna y mantuvieron su unidad frente a la desigualdad e injusticia estructural ignorada por sucesivas gestiones de La Moneda.
Muchas veces cuando hablamos de justicia climática decimos que también es una forma de justicia social y el caso chileno lo ilustra a la perfección. Para el exterior Chile era una supuesta economía modelo, con una aparente calma y estabilidad social. Pero a su interior el modelo neoliberal creaba vidas y zonas de sacrificio y esa calma era más opresión hacia lxs pobres. Eso es lo que que tanto gustaba en realidad: el silencio de lxs más vulnerables. Pero ya no más. El Pueblo reclama en las calles por no más zonas de sacrificio, no más ajuste y recorte en la salud y transporte.
Créditos: bordado colectivo en Katari Colectiva
El encuentro en Chile me permitió conocer la realidad de otros países también, encarnada en cuerpxs y no solamente desde un televisor. Lo que pasa allí es parte de un problema no solo local, sino también regional.
La semana pasada comentábamos sobre la situación en Ecuador y quedó sobre el tintero repensar la transición justa. La quita del subsidio a los fósiles debe ser primero a los productores, desincentivando su producción. No debe ir primero al consumidor. Incluso desde algunos ambientalismos se comentó que la protesta era por gasolina barata. Es un estallido social frente a la austeridad, incluyendo precarización laboral, consecuencia del acuerdo con el FMI. La gente pide vivir mejor, sin ajuste a lxs más pobres. La transición energética debe tenerlo en cuenta.
Mientras tanto, la realidad en la región del Cauca, en Colombia, no resulta una excepción a la regla de las injusticias regionales. Según la Defensoría del Pueblo de ese país, se han encontrado
“1658 conductas vulneratorias de las cuales 1608 son de carácter individual y ocurrieron contra personas defensoras y líderes sociales; así como 50 de ellas son de carácter colectivo y ocurrieron contra organizaciones sociales y/o defensoras de los derechos humanos. Estas conductas ocurrieron en 334 municipios de 32 departamentos del país”.
Por cuestiones de espacio y para una lectura en mayor profundidad, les invito a leer el informe de la Defensoría del Pueblo linkeado arriba.
Créditos: Pavel Martiarena para el Ayni Climático
En el Ayni, una compañera de Honduras nos invitó a pensar desde la positiva, desde los afectos, desde esos mundos que queremos crear y no tanto desde lo que no deseamos. Porque definirse por la negativa es agotador y nos merecemos cosas mejores.
A diferencia de Latinxamérica de Calle 13, no creo que seamos un pueblo sin piernas pero que camina. Creo que las piernas nunca nos faltaron y por fin estamos pudiendo levantar las rodillas durante tanto tiempo empujadas contra la tierra. Y caminamos, marchamos, cantamos, gritamos, nos hacemos escuchar.
“El Pueblo unido, jamás será vencido” escuché tantas veces en mi vida. Por fin, pude oírla este pasado Lunes en las calles de Santiago y estoy seguro que seguirá resonando por toda la región.
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